Una historia bien contada siempre será recordada. Y es que desde tiempos inmemoriales a los humanos nos ha gustado escuchar historias. Disfrutamos al acompañar a los personajes en sus aventuras y desventuras. Reímos, lloramos o nos asustamos con ellos. Es decir, una historia es la mejor estrategia para capturar la atención del público.
Durante años, la literatura y el cine han demostrado ser los expertos en manejar este recurso. Pero ahora el marketing no se queda atrás y decidió tomar prestado el “érase una vez”. Ya que ante un mercado sobrepoblado de información y saturado de estímulos es una buena estrategia para reforzar el vínculo entre marca y público. El arte de contar historias en marketing se llama storytelling y también se apoya en una sólida estrategia de branding (marca) y en el marketing emocional.
Según Fernando Palacios, comunicador versado en el tema, el storytelling consta de dos partes. El primero es el story o la construcción de un mundo: personajes, artefactos, lugares y mucha información. De otro lado, el telling que son las formas de cómo se va hacer para contar la historia y captar la atención desde el principio hasta el final.
El storytelling marketero es efectivo cuando se basa en temas universales: vida y muerte, amor y odio, mentira y verdad, entre otros; ya que así se conecta, con mayor facilidad, con las fibras emocionales del consumidor al que va dirigido.
A mediados del año pasado, Mifarma lanzó la campaña “Jóvenes mayores de 50 años”, más conocida entre el público como “Ponte linda bombón”. El comercial, creado por la agencia de publicidad LatinBrands, nos mostraba a un carismático caballero de canas comprando en la cadena de farmacias y sosteniendo una picaresca conversación con su esposa. El objetivo era atraer al público de la tercera edad y comunicarle que, al tener más de 50 años, podía disfrutar del 10% de descuento en sus compras.
Encuentro varios puntos interesantes en la campaña de Mifarma. Primero, la empresa se aleja del estereotipo del adulto mayor y nos muestra dos personajes dinámicos, vitales y bastante “picarones”. Es decir, que le inyecta un aire juvenil a su público objetivo. Segundo, nos muestra que es posible crear un mensaje cargado de humor fino y doble sentido sin llegar a la vulgaridad, ya que utiliza el arte de la insinuación. Tercero, el storytelling ha sido exitoso, ya que al presentar una historia con dos personajes carismáticos logra que el público se identifique con ellos, los recuerde (se eleve la recordación de marca) y comente sobre el comercial. Así se genera el boca a boca, que es la mejor forma para que una marca se mantenga vigente en el mercado.
“Ponte linda bombón” ha acompañado el lanzamiento de un nuevo formato de la cadena de farmacias y su crecimiento, ya que este año abrirán 25 nuevos locales.
Aquí les dejo el primer comercial.
Y como toda historia debe tener inicio, desarrollo y final. Este año se lanzó la segunda parte del comercial. Ahora Bombón y Ban Ban (ya sabemos cómo se llama el personaje masculino) deciden celebrar su aniversario con un trío. Siempre usando el lenguaje para dejar volar la imaginación.
¿Creen que la historia de Bombón y Ban Ban refuerza la marca Mifarma? ¿Qué otras marcas están usando el storytelling? Hasta el próximo viernes.
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